miércoles, 21 de mayo de 2014

Far.

  


  Quisiera salir corriendo, muy rápido, como perseguida. Sin miedo a tropezar. Me encantaría llegar allí donde están mis preocupaciones y gritarles, muy alto, como enfadada. Sin miedo a la respuesta. Me gustaría llorar, muy fuerte, como desconsolada. Sin miedo a ahogarme.
 
Sin embargo aquí estoy, en mi cama, en silencio y llorando bajito. Con miedo a todo.

lunes, 19 de mayo de 2014

unocuatro.

  Imagino que escribiría si tuviera una de las hojas de tu cuaderno de dibujo. Le escribiría a tus ojos que aun que parezcan un trozo de cielo no veo más que infierno. Le escribiría a tu boca, que entre sonrisa y sonrisa deja escapar algo de sinceridad. Le escribiría a tus dudas que me hacen ser mejor cada día.
Le escribiría a tu ambición para decirle que nunca deje de desearme. Le escribiría a tus defectos para hacerle una declaración de amor-odio. Le escribiría a tus manos animándolas a acariciarme una vez más.  Y por último le escribiría a tus miedos pidiéndole que no se vayan porque les echaría mucho de menos.


jueves, 8 de mayo de 2014

Diario.




Pero que difícil es dejar el mundo en pausa y atreverse a escuchar el debate que mantienen la cabeza y el corazón.
¿Quererte es necesidad? ¿una opción? Qué se yo, pero lo hago.
Me hace sentir una extraña en un lugar desconocido, suspense total en el aire y solo tengo cinco sentidos para analizar la situación.
Que difícil sentir que no te controlas, que amas y ya está, con temor. Con el mismo temor que se siente cuando todo lo que tienes está apostado sobre una lona pero hay sitio para la ilusión, esa ilusión que te hace soñar que todo lo que apostaste volverá a ti , sano y salvo y por qué no, duplicado.
No es dinero por lo que están jugando mis cartas esta vez, sino felicidad ¿ qué con la felicidad no se juega? podéis juzgarme, yo misma lo hago, pero quién no arriesga no gana y esta vez aposté por ese número con nombre y apellidos, con la cara más bonita que vi y no hablemos de su corazón tan misterioso e inmenso como un agujero negro.
 Puedo recordar como destrozó cada uno de mis esquemas, mirándome a lo ojos y desnudándose el alma.
Nunca he visto una manera tan eficaz de convertir el sexo en una declaración de amor. Así fue, me hizo el amor, y lo acompañé, lo hicimos y así nos vemos, rebosando ese amor desbocado.
No quiero pensar en que acabe, pero dure lo que dure, he vuelto amar como cuando era una niña, con el corazón en la mano, expuesto a todo peligro y con gran sinceridad.
¿Necesito quererte? ¿O elegí quererte ? que me da igual, la cuestión es que lo hago.