Secret hiding place.

Aquí estoy una vez más, en mi escondite, refugiada de todo sentimiento. Sí soy una cobarde y he huido una vez más pero no me arrepiento, no quiero que me encuentren me niego.
Me gustaría decirte dónde me encuentro realmente y que me acompañes. Armarme de valor y no tener que escribirte. Poder mirarte a los ojos y decirte lo que quiera. Bajo y claro, así sería porque acostumbro a sincerarme bajito para que no te asustes. Miedo, claro que siento miedo aun sabiendo que cuando me encierro en mi misma estoy más a salvo que nunca. Siempre quise ser real, pero ni siquiera sé muy bien el significado de esa palabra. Irreal, esto sí que lo entiendo así me ves tú, lo haces con ternura pero a mi me duele. Te voy a decepcionar de eso estoy segura.

Por favor guarda mi estúpido secreto.

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  El escuchar como iba entrando el humo dentro de si tras cada calada y aquel grillo incallable le recordaba que estaba sola .
El mirar al cielo y ver tantas estrellas le recordaba que era pequeñísima.
El sentir ese dolor en el pecho le recordaba que estaba herida de amor.
El escupir tanto odio por cada poro de su morena piel le recordaba que estaba dolida, a demás bastante.

Sola, insignificante, herida, muy dolorida y lo peor de todo aun viva.

(?)

 Me gustan los besos agresivos, las manos suaves. Las noches largas, las canciones tristes. Los días de verano, el café con hielo. Los paseos cortos y las pipas en un banco.
Me gustan las cervezas heladas, los te quieros sinceros. Las fotografías cerca del mar, el olor de la lluvia. Andar descalza y fumar.

Pero sobre todo me gusta tener las cosas claras, en mi no caben dudas.

Los finales no existen.

Siempre llevaba a mano un rotulador permanente, para cuando él decía punto y final, ella poder rápidamente dibujar esos dos puntos suspensivos que faltaban para poder continuar.

(U)

Me dijo que no me haría daño y no incumplió su palabra, me folló y cuando estuve agotada y dormida se aseguró de que no volvería a sentir nada aquella maldita noche con una dosis de morfina. Me clavó el puñal entre la tercera y cuarta vértebra.
Yo mientras soñando con él y con todas sus mentiras.
Cuando desperté por la mañana, para mi sorpresa no encontré mi habitual desayuno calentito encima de la mesilla, sino la carta más fría que jamás he leído.
<<(..) sí, te clavé un puñal por la espalda cariño, pero hice lo imposible para que no sintieras dolor>>

Desde aquel día me propuse ser la puta de la que hablan sus canciones.

Far.

  

  Quisiera salir corriendo, muy rápido, como perseguida. Sin miedo a tropezar. Me encantaría llegar allí donde están mis preocupaciones y gritarles, muy alto, como enfadada. Sin miedo a la respuesta. Me gustaría llorar, muy fuerte, como desconsolada. Sin miedo a ahogarme.
 

Sin embargo aquí estoy, en mi cama, en silencio y llorando bajito. Con miedo a todo.

unocuatro.

  Imagino que escribiría si tuviera una de las hojas de tu cuaderno de dibujo. Le escribiría a tus ojos que aun que parezcan un trozo de cielo no veo más que infierno. Le escribiría a tu boca, que entre sonrisa y sonrisa deja escapar algo de sinceridad. Le escribiría a tus dudas que me hacen ser mejor cada día.
Le escribiría a tu ambición para decirle que nunca deje de desearme. Le escribiría a tus defectos para hacerle una declaración de amor-odio. Le escribiría a tus manos animándolas a acariciarme una vez más.  Y por último le escribiría a tus miedos pidiéndole que no se vayan porque les echaría mucho de menos.

Diario.

Pero que difícil es dejar el mundo en pausa y atreverse a escuchar el debate que mantienen la cabeza y el corazón.
¿Quererte es necesidad? ¿una opción? Qué se yo, pero lo hago.
Me hace sentir una extraña en un lugar desconocido, suspense total en el aire y solo tengo cinco sentidos para analizar la situación.
Que difícil sentir que no te controlas, que amas y ya está, con temor. Con el mismo temor que se siente cuando todo lo que tienes está apostado sobre una lona pero hay sitio para la ilusión, esa ilusión que te hace soñar que todo lo que apostaste volverá a ti , sano y salvo y por qué no, duplicado.
No es dinero por lo que están jugando mis cartas esta vez, sino felicidad ¿ qué con la felicidad no se juega? podéis juzgarme, yo misma lo hago, pero quién no arriesga no gana y esta vez aposté por ese número con nombre y apellidos, con la cara más bonita que vi y no hablemos de su corazón tan misterioso e inmenso como un agujero negro.
 Puedo recordar como destrozó cada uno de mis esquemas, mirándome a lo ojos y desnudándose el alma.
Nunca he visto una manera tan eficaz de convertir el sexo en una declaración de amor. Así fue, me hizo el amor, y lo acompañé, lo hicimos y así nos vemos, rebosando ese amor desbocado.
No quiero pensar en que acabe, pero dure lo que dure, he vuelto amar como cuando era una niña, con el corazón en la mano, expuesto a todo peligro y con gran sinceridad.
¿Necesito quererte? ¿O elegí quererte ? que me da igual, la cuestión es que lo hago.

No stress.

  Podría perderme en ese inmenso sofá y que nadie me encontrara nunca. Menos mal que él no me suelta ni un momento. 

Oigo su respiración tranquila, sus latidos y la televisión de fondo. Quiero buscar su boca y la encuentro. Tan perfecta como de costumbre y seca a causa de la marihuana que antes nos fumamos.
Ahora quiero buscar sus ojos, por suerte ellos me encontraron a mi y vi en su mirada de loco el vivo reflejo de belcebú pidiéndome un par de polvos y claro no me pude resistir.

SOLD.

Siempre iba a aquel lugar para encontrar el silencio necesario que le permitía escuchar sus pensamientos.
Sentada en ese banco y llena de dudas decidió no levantarse de allí hasta estar segura de si merecía la pena comprar el amor que le vendía ese chico.


Pobre, tuvo que morir sentada, vacía de amor y llena de dudas.

War.

  Cierro los ojos un momento y cuando los abro están los suyos clavados en mi. PAM. Estalla la guerra y en un momento están todos los trapos sucios volando por la habitación. Intento mantener mi mente activa y no dejarla en blanco sino estoy perdida. Demasiado tarde para él su mirada desorbitada y sus palabras sin coherencia alguna me dan pista de que su mente no está funcionando.
No me queda más remedio que controlar la situación.
Me lanza la primera granada, no ha sido difícil de esquivar, llevo una vida preparándome para este tipo de batallas.
Y es que nos sueltan en este infierno y que cada cual busque su paraíso.
Por eso lo provoco y salgo corriendo, en busca de la cama, nuestro paraíso.
Le tiendo una emboscada cierro la puerta de la habitación y apago la luz cuando menos se lo espera.
No le queda más remedio que buscar al enemigo ahora desnudo en nuestras sábanas.
En cuestión de segundos estábamos haciendo la paz, y el amor.

Empate, ambos ganamos la primera batalla.

2009.

Aquí estoy encerrada en una habitación sin apenas luz, parece infinita. Solo puedo mezclarme con el claro olor a mentira y con el desagradable sonido de una mujer que grita sumergida en la desesperación.
¿ Por qué estoy tan tranquila ?
 Quizás porque sigo aturdida, porque todo se sale de los límites.
Me miro el pecho, pues lo noto ardiendo y para mi sorpresa sangra. ¡Mierda! lo he vuelto a hacer, he vuelto a caer y a ser víctima de la vida, ahora estoy sollozando de rabia ¿ quién coño me va a curar esto ?
La herida que me causaron sus mentiras se ha vuelto a abrir, solo ellas son capaces de abrirme el corazón en canal, porque saben que así sufro. Nunca debí revelar que ese era mi punto débil, cuántos no se aprovecharon.
Grito y lo hago con más fuerza que esa mujer que antes escuchaba.
El dolor por suerte solo dura unos minutos más y lo siguiente que veo es a mí perdida en mi cama y ahogada en sudores fríos.
Todo ha sido una pesadilla. Intento dormirme de nuevo antes de recordar que la realidad y las mentiras a este lado duelen aún más. 

Bitter.

  El síndrome de abstinencia se había hecho con ella, pobre, le temblaban las manos y caían sudores fríos por su espalda provocándole algún que otro escalofrío.
Que húmedo estaba el suelo de aquel baño público.
Se levantó y se gritó - ¡Heroína, cocaína a mi alcance y te tuve que elegir a ti! -rompió a llorar y lo último que la escucharon balbucear fue- no compra el dinero la dosis que necesito.

Se suicidó de la forma más dolorosa, recordando cada uno de los besos.

Murder.

 

 Ayer mismo hablé con ella y ahora está muerta- le dijo la razón al corazón. -Una muerte inminente que no pude parar -respondió.

Fue un asesinato premeditado.
Los ojos derramando ríos de lágrimas por partida doble, la ilusión ahora estaba muerta y sin posibilidad de resucitar, el asesino suelto sabiendo de antemano que nadie hará justicia.

Ni si quiera quedó el consuelo de que ahora está en un lugar mejor.

S.

Esta vez plasmó la inspiración en forma de dibujo.
Tardó dos días en dibujar una preciosa mujer.
En lo que más se esforzó fue en la sonrisa de aquel pálido rostro, estuvo horas perfeccionándola, pero cuando mirabas aquella cara dominaba la tristeza pues los ojos de la joven reflejaban el dolor acumulado del artista.

Feelings(?)

 Escucháis o veis escrita la palabra ''sentimientos'' y empezáis a imaginar mariposas revoloteando entre tripas, gente revolcándose entre sábanas blancas y tardes de atardeceres con helados derritiéndose. Mil fotos bobas, peleas de cosquillas correteando por la casa y mensajes cursis de buenas noches.

No puedo entender por qué cuando el odio, o la envidia son SENTIMIENTOS más extendidos.

microcuento.

Le llamaba cielo, azul cuando le quería, nublado cuando lo odiaba, estrellado cuando le quitaba el sueño.

Hooded.

 Puedo imaginarlo sentado en la cama.
Bolígrafo en mano. Lo único blanco que hay en frente es un folio, su mente sin embargo viajando al más duro recuerdo y su cuerpo intentando vomitar esas palabras tan llenas de odio. ¿Qué por qué no escribe? No quiere ensuciar la hoja con palabras y borrones llenos de maldad pero bien sabe que es la única manera de que su alma duerma por la noche.

El ritmo de esa triste base no consiguió calmar su inspiración.
                               
    <<No se nos va de las manos si no estaríamos en guerra.>>

Awesome.

Se castiga mientras inhala todo el humo de su cigarro, sin dejar ni un poquito volar.
Piensa que ese veneno, a largo plazo, le ayudará a morir.
Perdida está toda la confianza que tenía en sí misma, pues se falló. Se falló de tal manera que tuvo que tragar aquella palabras que dijo tan enserio y con tanto orgullo esa vez.
¿Pero quién soy? Se repitió en cada suspiro.

Aquel amor enfermizo le había cambiado todo, desde el color de su mirada, hasta el sabor de su sonrisa.

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Siempre a tu lado pase lo que pase pequeña. Y ya sabes, que aunque ahora mismo no te encuentres, bien sé que no estás perdida.

Dope.

Aspira esa calada.
Notas como quema ese bendito veneno en tu garganta. En cuestión de segundos tienes tu cuerpo a varios grado más de temperatura.
Ya has sacado el billete al éxtasis pero quedan dos o tres caladas para llegar.
Cuatro y cinco sonrisas bobas se te han escapado.
Se te olvidó contar los recuerdo. Qué más da.


Bésame rápido quiero saborear esa maldita droga.

Vidas.

Estaba callado, pues sabía que una imagen vale más que mil palabras.
Los nudillos rotos, los ojos rojos y sus ojeras recordando lo poco que había dormido, bastaban para adivinar que algo no iba bien.
Su tímida sonrisa descolocaba un poco, era fruto de la esperanza.

D26.

Entré en ese cuarto escoltada por tus piropos. Seducida por tus ojos me rendí.
Me até a tu cama y por cada prenda que perdí, perdí un prejuicio.
Si no fuera porque mi corazón está roto ahora estaría perdiendo el juicio.

Lloro.

Lloro por todas esas veces que me dijeron que no. Lloro porque escuché tu nombre, porque me agobié en un examen.
Lloro sin consuelo porque te oí sufrir.
Lloro al ver a mi madre reír.
Lloro porque me caí al suelo y dolía, porque nadie me ayudó a levantarme.
Lloro porque te perdí y porque no me encuentro.
Lloro por cada vez que decepcioné a alguien, porque me enamoré y me fallaron.
Lloro para derrochar felicidad porque naciste aquel 21. Porque me dieron un abrazo en el momento justo.
Lloro por cada noche que pasé sin poder dormir, lloro por haberme sentido engañada.
Lloro porque vi tus ojos inundados por la pena y porque por fin me besaste.
Lloro por cada meta conseguida y por todas las personas que ya no están.
Lloro porque reí con tantas ganas.
Hoy lloro por todo y mañana quizás lloraré por nada.

Te buscaré.

 No he visto sonrisa más bonita que la tuya al pronunciar mi nombre, no he visto forma más sincera de demostrar esos ''te quieros''.
Nunca había sentido tanto calor debajo de unas sábanas incluso en aquellos días tan fríos.
Jamás me demostraron tanta ternura y cariño como lo hace su familia.
Ni siquiera imaginé que pudiera existir una persona que entendiera mi mundo, tú no solo lo haces sino que te encanta y lo dejas como está.

Ambición, sinceridad, sencillez, humildad son las palabras que mejor te definen.

Sé que aún no nos conocemos pero te buscaré hasta encontrarte y podré leerte esto segura de que te definirá de pies a cabeza.

Alone.

Estaba acostumbrada a olvidarlo y no se me daba tan mal. Cada día lo olvidaba un ratito.

Esta vez debía ser diferente. Cogí papel y boli y cuidadosamente escribí todo eso que quería borrar.
Lo último que apunté fue su nombre.
Las llamas no tardaron en hacer cenizas aquellos recuerdos.
Curiosamente puedo seguir recordando la primera letra de aquel maldito nombre. Y a veces me duele más que aquel día, que con lágrimas en los ojos pero con una sonrisa en la boca, la grabé en mi piel para siempre.

The end.

Pude adivinar esas dos malditas palabras antes incluso de que él pulsara enviar. Por eso empecé a llorar de inmediato.
Quería que se me acabaran las lágrimas pronto.

Mientras, el amor reía a carcajadas pero esta vez, se reía de mi.

Sin amor.

Cuídate mucho ahora que ya no estaré yo para hacerlo.- le dijo antes de que se marchara.
Sin embargo esas palabras estaban vacías, sin sentimiento. Él no lo notó pues ella era una gran actriz.

Sabía hacer sentir a cualquier persona amada mientras su corazón permanecía frío y sin necesidad de amar. Así enganchaba a unos y a otros hasta que se cansaba de sus besos y buscaba otros.

Con él fue distinto, el corazón de aquella chica ardió. Se esforzaba día tras día para demostrarle el valor de sus sentimientos. Pero no, ese chico no se enganchó. Sólo creyó sus últimas palabras << Cuídate mucho ahora que ya no estaré yo para hacerlo. >>

Justo las palabras menos sinceras que le dijo.