sábado, 26 de abril de 2014

No stress.



  Podría perderme en ese inmenso sofá y que nadie me encontrara nunca. Menos mal que él no me suelta ni un momento. 
Oigo su respiración tranquila, sus latidos y la televisión de fondo. Quiero buscar su boca y la encuentro. Tan perfecta como de costumbre y seca a causa de la marihuana que antes nos fumamos.
Ahora quiero buscar sus ojos, por suerte ellos me encontraron a mi y vi en su mirada de loco el vivo reflejo de belcebú pidiéndome un par de polvos y claro no me pude resistir.

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