miércoles, 2 de abril de 2014

2009.




Aquí estoy encerrada en una habitación sin apenas luz, parece infinita. Solo puedo mezclarme con el claro olor a mentira y con el desagradable sonido de una mujer que grita sumergida en la desesperación.
¿ Por qué estoy tan tranquila ?
 Quizás porque sigo aturdida, porque todo se sale de los límites.
Me miro el pecho, pues lo noto ardiendo y para mi sorpresa sangra. ¡Mierda! lo he vuelto a hacer, he vuelto a caer y a ser víctima de la vida, ahora estoy sollozando de rabia ¿ quién coño me va a curar esto ?
La herida que me causaron sus mentiras se ha vuelto a abrir, solo ellas son capaces de abrirme el corazón en canal, porque saben que así sufro. Nunca debí revelar que ese era mi punto débil, cuántos no se aprovecharon.
Grito y lo hago con más fuerza que esa mujer que antes escuchaba.
El dolor por suerte solo dura unos minutos más y lo siguiente que veo es a mí perdida en mi cama y ahogada en sudores fríos.
Todo ha sido una pesadilla. Intento dormirme de nuevo antes de recordar que la realidad y las mentiras a este lado duelen aún más. 

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